Los protagonistas:
Juan Rafael, Verónica, Diana, Miguel Angel, María Esperanza, Victoria, Joaquín, Juan José, Alejandra, Sara, Isabel Rosa, Rodrigo, Cecilia, Oumaima, Cristina (3), Ana Cristina, Francisco Lucas, Antonio José, Rosa María, Gema, Laura Rosa, Alba María, Marina, María del Carmen, Lorena, Marta, Tania, Cándida, Carman María, Sabina, Miriam, Yashmina, Virginia, Adrían, Irene, Carlos, María Angeles, Ikram, nuestros alumnos de prácticas (Macarena, Carmen, Encarna y Jose Luis), Sensi (profesora de la Facultad de Trabajo Social que organiza esta visita), o incluso tú mismo.
Son el futuro de nuestra profesión.
Alumnos de la Facultad de Trabajo Social de Almería que visitan por primera vez un Centro Pentenciario.
¿En que consiste este experimento o este despropósito?
Mi idea es que cada uno de los que se vean reflejados aquí (insisto tú mismo) nos cuente su primera impresión, sensaciones, en fín, que es lo que más le llamó la atención trás pasar al "interior" y dejar su libertad fuera durante un par de horas....
Si no te has visto reflejado en la lista o en las fotos, ¡anímate! ¡También estás invitado a opinar! La imaginación, los pensamientos e ideas no tienen rejas, no tienen límites.....;)
"Ser libre no es solamente desamarrarse las propias cadenas, sino vivir en una forma que respete y potencie la libertad de los demás." (Nelson Mandela)
hola J.M, me encanta tu blog, me estoy preparando la oposición xa inst penitenciaria, soy t.s, y ando perdida en este mundo q nadie parece conocer...me gustaría hacerte un par de preguntitas...mi mail es: esdeboravirgo@hotmail.com, te agradecería poder hablar con tigo..!! saludos
ResponderEliminar¡Buenas!, estoy estudiando Trabajo Social y encontré tu blog por casualidad, buscando información ya que quiero orientar mi carrera hacia centros penitenciarios.
ResponderEliminarMe hago eco de tu comentario y te cuento mi "primera vez" (motivo por el cual decidí enfocar mi carrera a estos centros).
Recuerdo las 6h de autobús de madrugada hasta llegar a Madrid a las 6 de la mañana, más luego un par de autobuses más para llegar hasta el centro penitenciario donde estaba recluido un familiar.
La muchedumbre, gente, muchísima gente, espera y más espera (suerte que nos llevamos comida). Cuando por fin llega la hora entramos en una "sala" acristalada, se cierra la puerta a nuestras espaldas y se abre la puerta de delante.
No se el tiempo que paso, segundos, pero me quede sin avanzar, no sabia hacia donde ir ni que hacer, avance viendo muros grises, me sentí pequeña, muy pequeña, e indefensa, muy indefensa.
Aunque las siguiente veces fueron vis a vis, está visita en cuestión era por cristales, mas impersonal imposible.
Aún se me eriza el vello cuando recuerdo aquella sensación de intimidación. Tampoco olvidare la vuelta, estuve enferma 2 días con fiebre, jejeje, supongo que meterse 12h de bus en menos de 32h no es bueno.
Con el tiempo, por suerte o por desgracia te vas haciendo a todo y ya no intimida tanto.
Hola futura compañera! El día que comencé yo a trabajar en la prisión de Alicante fué exactamente la misma sensación la que viví, el agobio de que te cerrarán una puerta para poder a continuación poder abrirte la siguiente...¿pero dónde me he metido? Pensé...
EliminarA día de hoy pienso que podemos aportar bastante tanto a nuestros usuarios como a la profesión que hemos elegido...
Mucho ánimo y ya verás como ya no te da más fiebre, jajajaja... Un saludo