Cuando se sale de prisión, es evidente que reanudar una vida más o menos ordenada y el afrontar los primeros gastos tras la excarcelación puede ser complicado y asfixiante para alguien que sale con una mano atrás y otra delante, como decimos por aquí. Si ya cuesta encontrar trabajo a cualquiera, imaginaos cuando se está estigmatizado socialmente. En una de las clases donde expuse cuestiones relativas al trabajo social penitenciario en la Facultad de Trabajo Social de la UAL, al llegar al punto referente a este tipo de ayuda asistencial, algunos alumnos discutían conmigo como era posible dotar de una ayuda a personas que han cumplido una condena, viendo estos la ayuda más como una recompensa por sus malas acciones hacia el resto de la sociedad que como un castigo. Daban por hecho que muchos usuarios cometerían ciertos delitos pequeños con el objetivo de luego vivir subvencionados. De manera surrealista asentía incrédulo a estas críticas, pensando sí en vez de estud...
¿Reinserción social y reeducación personal? ¿Utopías? ¿Realidades? Reflexiones, vivencias, anhelos, críticas, desesperación, buenos momentos y monumentales cabreos de un trabajador social en una prisión cualquiera...