Verano, época de ferias, fiestas populares, grandes conciertos, festivales, etc... Mismamente, acabo de volver de las fiestas de mi pueblo este pasado fin de semana. Lo más generalizado y socialmente aceptado, es que se consuma mucho alcohol en este tipo de eventos, pero desgraciadamente también se hace de otro tipo de sustancias, igualmente o más perjudiciales, y bastante peor percibidas por el resto.
Las drogas, sean del tipo que sean, están al alcance de cualquiera, y esta preocupación que anteriormente nunca he sentido, se va elevando en mí, al mismo tiempo que lo hace la edad de mis dos hijos.

Esto viene al hilo de que esta mañana me ha tocado atender las altas de este pasado fin de semana. En la entrevista de ingresos, los trabajadores sociales hacemos una primera valoración y tomamos los datos fundamentales relativos a su familia de contacto, laborales, educativos, de consumo de tóxicos y penales básicos, para posteriormente asignar un módulo adecuado a cada una de las personas que ingresan. También ofrecemos toda la información necesaria que nos solicitan al respecto.
Después de un intenso fin de semana de Agosto en una zona de costa, donde en estas fechas las poblaciones se cuadruplican (por los menos), lógicamente la mañana en este Departamento estaba concurrida. Sin dar números exactos, os diré que el ochenta por ciento de los ingresos de este fin de semana, tenían el consumo de alcohol y de drogas de diseño como génesis del motivo del ingreso en prisión.
La tipología de usuarios atendidos hoy ha sido de chicos bastante jóvenes, de clase media u obrera, aspecto muy muy normalizado, asustados, preocuados y ansiosos al encontrarse en esta inédita situación. Procedentes de diferentes partes del país, que venían con ganas de divertirse en el Festival de música electrónica de Villaricos y a los que su inexperiencia o su despreocupación les ha llevado a confiar en ciertas personas que luego les han dejado en la estacada, porque desde luego la apariencia o la entidad de grandes narcos o camellos brillaba por su ausencia...

Y alguna o alguno pensará, ¿Donde quiere llegar este con esta moralina?
Hoy quiero hacer algo de pedagogía social, sobre todo con los más jóvenes, ya que sé que muchos y muchas de los que leéis estas letras, lo soís.
No debéis confiar en nadie que realmente no conozcáis, intentad no venir en vuestro coche, y si lo hacéis, no dejéis subir a amigos o personas que porten drogas, aunque sea en mínimas cantidades para el autoconsumo, y pensad que muchas inocentes mínimas cantidades suman cantidades penalmente considerables. No transportéis nada a nadie.
Desde luego, no voy a deciros a estas alturas que no bebáis ni os droguéis, porque de eso ya se habrán encargado otras personas a las que les preocupáis. Somos adultos, y cada cual debe ser responsable con sus actos, pero intentad no hacerlo antes de subir a un coche, esto no hace falta que lo explique.
Ahora que si lo que queréis es ganar dinero fácil, pensaros muy bien que el dinero fácil se va fácil. No hay pasta suficiente para pagar una estancia en este tipo de centros por corta que sea, ni para indemnizaciones por el mal trago por el que vas a pasar tú y tu familia, tampoco los abogados lowcost o los que practiquen el voluntariado jurídico se estilan mucho por aquí.
Sí aún así crees que te compensa: cruza los dedos y que cada palo aguante su vela...
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