¡Hola de nuevo!
Nadie puede discutirme a estas alturas, que uno de los mayores placeres de los que podemos disfrutar en nuestra vida no sea una buena comida. En cuestión de temas de cocina, una de mis compañeras de este Departamento es una gran experta, y como tal lo plasma, a través de deliciosas recetas en su gastroblog maricacharros.
Ella está siendo artífice de un Programa pionero en nuestro centro, donde está implicando a internos e internas junto a otros compañeros en una precursora mezcla de recetas de cocina y diferentes culturas, tan enriquecedora como interesante, y que próximamente os pasaré a detallar, una vez esto vaya más adelantado.
Hace unos días, visitando con mi familia la Catedral de Liverpool nos llamaba la atención el que dentro del templo existiese una cafetería y restaurante. "¡Estos ingleses te colocan el bareto donde sea!", pensaba yo, algo impensable en España (de momento, vamos). Pero lo que os vengo hoy a contar, supera esta anécdota.
En 2009, un cocinero llamado Alberto Crisci que trabajaba en el Centro Penitenciario High Down en el Condado de Surrey, vió la necesidad de capacitar y formar a cierta parte de la población reclusa en hostelería, ya que esto podría mejorar sensiblemente la posibilidad de que estos encontraran un futuro trabajo, que les alejara de los entornos marginales y/o delincuenciales en los que se desenvolvían. A su vez, servían de apoyo para un equipo que necesitaba de personal, y que la falta de presupuesto del Centro, le podía proporcionar. El Director de este establecimiento le prestó toda su atención y apoyo para formar a estos reclusos. Estos no harían un cursillo de hostelería básico al uso, sino más bien serían preparados para desenvolverse en la alta cocina, al más puro estilo "estrella Michelín".
Se definió así un programa que incluyó a su vez un protocolo de seguridad en toda regla, estudiando los perfiles de cada uno de los aspirantes, los delitos cometidos, la condena pendiente, su perfil psicológico, etc.
Crearían el Programa The Clink y a posteriori, se materializaría con la apertura del Restaurante The Clink (en español coloquial, El Truyo) dentro de la prisión donde cualquier persona puede reservar para comer desde el exterior. En el programa incluyen varios invernaderos dentro de la prisión, para cultivar sus verduras y hortalizas, hierbas aromáticas o gallinas, de cara a hacer su cocina más sostenible. En este sentido compostan los residuos alimenticios sobrantes y el aceite usado se recicla en biodiesel.
Al restaurante High Down, le seguiría otro en Cardiff, Brixton y Styal. Ofreciendo también un servicio de catering externo preparado por internos, a la vez que se involucran en acciones sociales, capacitando a gente sin hogar en cuestiones de servicio de comida, como manera de insertarse dentro del mercado laboral de forma más activa. Extramuros realizan actividades de concienciación o sensibilización con los hosteleros de la zona para que pierdan el miedo a darles una oportunidad a sus alumnos. También han editado varios libros de recetas de canapés y comidas ligeras.
Como idea es estupenda, y quizás podamos pensar que es bastante utópica o subjetiva, pero los datos estadísticos reflejan que el nivel de reincidencia en estas prisiones ha bajado del 25% hasta el 12%, con lo cual, algo o bastante, parece que funciona.
Si tenéis el morbo de comer cocina de alto nivel dentro de un prisión o viajáis por alguna de estas ciudades, tened en cuenta que hay que reservar al menos tres días antes en The Clink. Tendréis que ir debídamente identificados, pasar por los arcos de seguridad, no llevar el móvil o dejarlo en la taquilla, no fotos, no tarjetas de crédito, se paga en efectivo y llevar máximo 50 libras por persona... Ah, y olvidaros del alcohol, pues en la cárcel está prohibido, para todos.
Ufff, que hambre me está entrando...
Hasta pronto...
Ufff, que hambre me está entrando...
Hasta pronto...
Genial!!! me ha encantado tu entrada.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por la mención de mi blog y del "peque programa"(como tu dices) que tengo en marcha.Mas adelante te pasaré material para otras entradas, que seguro, da para muchas.
La idea me parece fantástica, pero totalmente utópica en nuestro país.Me encantaría formar parte de ese restaurante.
Un beso de maricacharros.
Como bien apuntas, en España, a día de hoy, impensable...
EliminarA mí también me mola la idea de estar en este restaurante, aunque yo me veo más de public relations, jajajaa...
Gracias por todo
Jose MAnuel!!!!!! dónde andas!!!!! a la espera de algún post!!!!!! ahora estudiado para esas 11 plazas.......!!!!!!!! Q dios reparta suerte!!!!!!!
ResponderEliminarHola Debora, sí que ando perdido, es cierto. Decidí darme un breve espacio para mí y para desconectar un poco, pero se me está alargando la cosa...
EliminarMe alegra saber que estas estudiando y piensa que nada es imposible, con ganas lo conseguirás todo lo que te propongas en la vida.
Animo y espero verte pronto por estas casas... Un saludo