Este post es el fruto de un vis a vis entre diferentes perspectivas sobre un mismo tema, la de una sexóloga y la mía. La cárcel es un medio dicotómico en cuanto a la sexualidad se refiere. Por un lado es un inmenso caldo de cultivo para las bajas pasiones, y sin embargo, el régimen penitenciario es el antilíbido más potente por sus lógicas reglas y normas que rigen la convivencia en el interior. Y es que ojalá todos fuéramos Christian Grey y nuestro sexo no tuviera fronteras ni reglas, pero esto no sería tampoco natural, y menos en la prisión, en la que las relaciones sexuales son todo, menos espontáneas, ya que se solicitan con un mes de antelación en lo que se llama "vis a vis íntimo". Si hablamos de tensión, también podemos referirnos a la propia tensión sexual no resuelta. La cárcel es un lugar lleno de seres humanos, de un sexo y del otro, de muchas y variopintas inclinaciones sexuales, parafilías, con represión, pero con mucha imaginación,..., y ciento...
Maravilloso. Gracias por compartirlo!!!!
ResponderEliminarEl trabajo ha sido de las chicas, yo solamente he sido el Dj...
EliminarGracias a ELLAS siempre