"¿22 años?, ¿Será broma no?" Eso nos decíamos mi mujer y yo cuando escuchábamos las noticias ayer al mediodía. Pues se ve que sí, que son 22 años de condena los que le han caido al hombre que entró en el domicilio del “honorable Sr. extesorero que esquía en Suiza”. Vestido de cura se metió en la casa del susodicho manteniendo retenidos a la “honorable esposa e hijo” y a la asistenta del hogar.
La sorpresa es aún mayor cuando sigues entrando en materia y te enteras que la propia fiscalía le estaba pidiendo 18 años de condena, pero parece ser que ha tirado más la petición de la acusación particular o su humilde bufete de abogados por el “sustazo” que se llevaron. Esta “pobre” familia solicitaba entre 25 y 29 años de cárcel. Te dejo la sentencia aquí.
No se puede justificar de ninguna de las maneras la actuación del condenado, pero ¿no producen igual o más daños irreparables otro tipo de delincuentes con delitos de sangre, violencia de género, de índole sexual e, incluso, de guante blanco? (por poner un ejemplo, el mismo marido y padre de los denunciantes y otra gentuza de esa misma calaña).
Otra cuestión llamativa es la celeridad con la que se ha solventado el tema, más propio de un juicio rápido que de un sumario. Me he estado informando con los compañeros juristas del Centro, que también se extrañan de lo mismo, pues un sumario se lleva perfectamente un año y este espinoso tema se ha resuelto en cuestión de seis meses (los hechos sucedieron el pasado Octubre de 2013). Esta rapidez se suele dar en casos en los que está muy claro el delito y hay pocas personas implicadas en el asunto. Hasta ahí todo bien.
A este falso cura ¿le habrían condenado a los mismos años en caso de haber entrado a mi propio domicilio o quizás al tuyo? Seguramente no. La razón fundamental es que ni tú ni yo, quizás, tengamos nada de valor que ocultar en nuestra casa. Tampoco tenemos a un prestigioso bufete de abogados que nos defendiese ante tal situación, nos conformaríamos seguramente con el que nos proveyese el Estado.
El quid de la cuestión es la pasta. El dinero no lo compra todo, por ahí no voy, pues yo creo en la JUSTICIA, pero sí observo que puede fallar la forma de interpretarla e incluso de legislar leyes. Lo que sí está claro es que con dinero se pagan buenos abogados y buenos “agarraeros”, como decimos por aquí, que pueden hacer posible lo que a todas luces parece imposible.
Y para finalizar, un ejercicio de roleplaying para ponernos en la piel de algunos internos, familiares y de gran parte de la sociedad. A ver cómo nos comemos que los jueces de determinadas causas sean juzgados (hasta ser condenados) antes que los propios imputados, (últimamente, banqueros y políticos aforados) incluso dentro de las mismas causas.
Y cómo asimilan las verdaderas víctimas de violaciones, violencia de género, padres que no encuentran a sus hijos, alcohólicos al volante o conductores a la fuga, etc..., multitud de sentencias light, sentencias sin consecuencias penales o sencillamente “no sentencias”.
Algo que quizás se nos escapa y que no logro entender, es cómo se le ocurre a alguien abrir las puertas de su casa a cualquier individuo con sotana, por muy en nombre de la Iglesia que venga.
Y es que, amigas y amigos, "el hábito no hace al monje".
Y cómo asimilan las verdaderas víctimas de violaciones, violencia de género, padres que no encuentran a sus hijos, alcohólicos al volante o conductores a la fuga, etc..., multitud de sentencias light, sentencias sin consecuencias penales o sencillamente “no sentencias”.
Algo que quizás se nos escapa y que no logro entender, es cómo se le ocurre a alguien abrir las puertas de su casa a cualquier individuo con sotana, por muy en nombre de la Iglesia que venga.
Y es que, amigas y amigos, "el hábito no hace al monje".
Es indignante, por supuesto. Pero lamentablemente se repite continuamente: aquí siempre pagan los mismos... que no son los que deberían pagar, claro. ¡Una vergüenza!
ResponderEliminarDe verdad Pepe....¡qué asco!
EliminarPues nada.....¡Pasen y vomiten!
Esta claro que la Justicia ha perdido su equilibrio,...
ResponderEliminarNo deberíamos dejar de creer en nuestra justicia. Lo lamentable es que muchas personas ya no creen en ella. Como me dijo ayer una compañera "poderoso caballero es don dinero" al igual que me dijo que se siente totalmente desprotegida. Y ya si te cuento la opinión de algunos internos............Pa rato tenemos!!
EliminarQue vergüenza..es vomitivo!!!!! todos somos iguales ante la ley!!!!!!!?¿?¿?¿?¿?¿ arggggggggggggg
ResponderEliminar¿Iguales? Iguales por los c´`^^+*¿@s.... jajajaja
EliminarReseteo total es lo que necesitamos.....
Un saludo Debora!
JM e gustaría realizarte una consulta en privado, pero no sé si puedo contactar contigo de algún modo... o te paso mi correo por aquí?
ResponderEliminarPrueba a mandarme un mensaje por Twitter en privado y te mandó mi dirección. Lo estoy intentado por blogger pero nada de nada. Un saludo
ResponderEliminar